lunes, 24 de marzo de 2014

La ladrona de libros

¡Hola chic@s!

Hoy toca hablar de lo que se cuece en las grandes pantallas.
Como éste blog -entre otras muchas cosas- trata sobre libros, decidí que no había mejor película para ver que "la ladrona de libros", ya que está basada en una novela de Markus Zusak.

Estoy convencida de que todos hemos leído alguna vez algún libro ambientado en la Alemania nazi, o incluso alguna película.

No se si os pasará lo mismo a vosotros, pero a mi se me hace mortalmente tedioso ver como la gente juega con el morbo de las cosas sin buscarle una moraleja; o como a cada día que pasa, la violencia (física y psicológica) es más gratuita y está más al alcance de todos. Me agota ver como cada día se hace negocio con cosas tan serias como las enfermedades graves o el genocidio.

Bueno, podría parecer que con ésto trato de criticar la película de "La ladrona de libros" pero de hecho pretendo todo lo contrario, pues ésta rompe con todos los esquemas. Da gusto ver películas como ésta, la verdad sea dicha. Ya dejando de lado la caracterización espectacular y el gran trabajo interpretativo por parte de los actores, la historia logra que uno no salga del cine indiferente.

Estamos acostumbrados a ver películas sobre el nazismo, diseñadas para encajar en el marco histórico, haciendo que los personajes queden reducidos a meros secundarios ante el papel principal que ejecuta el regimen. Sin embargo, en "La ladrona de libros," la importancia reside en los personajes. Son ellos por los que nos interesamos -a pesar de todo el sufrimiento vivid- logran alzarse de nuevo y redescubrir el placer que se siente al seguir vivo.

Me sorprendió muy gratamente la interpretación de cada uno de los actores. Normalmente soy muy consciente cuando miro una película del espacio en el que estoy y de que lo que transcurre en la pantalla es ajeno a mi. Pero no fue así con esta película. Tuve la misma sensación que tengo cuando estoy en un teatro. Pude sentir a los personajes, darme cuenta de sus motivaciones, sus deseos, las relaciones entre ellos; todo un cúmulo de conceptos llenando la atmósfera, haciendo aquello más real.

Otra cosa que me gustó es que, ésta es la primera película que veo ambientada en el nazismo, que no se centra en el pueblo judío. Sin duda fue el sector mayoritario de la población que sufrió el exterminio, y no quisiera quitarle importancia a algo que sin duda la tiene, pero parece que la gente ha olvidado que no fueron las únicas víctimas del régimen: comunistas, personas de otras etnias, gitanos, políticos en contra del régimen; todos ellos y muchos más fueron víctimas del tercer Reich y parece que nadie alza la voz por ellos.

El año pasado tuve el muy desagradable placer de visitar un campo de concentración. Entra las muchas cosas que sentí en ese momento, una de las sensaciones más fuertes que experimenté fue terror. Pero no era terror a lo que se había realizado en ése sitio al estar activo. No, era terror a ver el comportamiento de sus visitantes. La gente tomaba fotos, posando, sonriendo, haciendo un picnic sobre las fosas comunas. En ése momento no pude entenderlo y sigo sin lograrlo. No comprendo como esa gente puede actuar tan indiferente en un sitio como aquél y salir diciendo que ha sido una nueva experiencia ¿Tan hipócrita es el mundo? ¿Cómo puede la gente decir lo mucho que le ha afectado la visita al campo de concentración cuando estando allí se tomaba fotos sonriendo ante el crematorio? ¿De veras el ser humano puede ser tan gilipollas?

Bueno, volviendo al tema que nos ocupa, y dejando ya de lado ésta pequeña reflexión en voz alta, debo decir que recomiendo muchísimo esta película. Perdón, recomiendo muchísimo ésta película a aquellas personas que serían incapaces de actuar como si estuvieran en un parque temático cuando visitan un campo de concentración.

¡Nos leemos el viernes con una nueva entrada!

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