viernes, 18 de abril de 2014

My Disney World

Hola chic@s

Hoy vengo hablaros de un proyecto que hice el año pasado con gran parte de mis compañeros de instituto: un musical llamado My Disney World.

Como en todo proyecto, siempre hay alguien que lleva la voz cantante. Y en ésa ocasión el encargado de hacer que todo éso tirara adelante fue Christian Castellanos. Pongo nombre y apellido porque el tío hizo un trabajo increíble. Con tan solo diecisiete años supo gestionar una compañía de más de veinte miembros; fue capaz de encontrar siempre una sala donde poder ensayar (y cuando no lo hacía el tío cedía su propia casa) y logró que pudiéramos estrenar en el Gran teatro de Esparraguera. Cito estos tres tareas para que os hagáis una idea de la proeza de su trabajo, pero juro que me quedo corta. Aprovecho este espacio de halagos para mandarle un saludo y para darle ánimos para que siga siempre trabajando tan duro, sea en el mundo musical o en el coreográfico, porque de no hacerlo, cosas tan maravillosas como el My Disney no ocurrirían.

Haciendo un acto de sinceridad, debo decir que de no estar él en el proyecto, no hubiéramos llegado ni siquiera al tercer ensayo. Éramos muchos, la gran mayoría no teníamos experiencia en el mundo del espectáculo y eso, quieras o no, pues se notaba. Fueron muchas las ocasiones en las que nos dejamos arrastrar por el pánico escénico, o la pereza, pero en esas ocasiones Christian sabía darnos un buen varazo para despejarnos.

Pero bueno, tampoco eramos unos perezosos, de haberlo sido no nos habríamos encargado de interpretar a más de tres personajes por persona, ni nos hubiéramos encargado de aprendernos las miles de coreografías y canciones que salían en el musical.

Una de las cosas que más me enorgullece de ése musical es que logramos sacarlo adelante, aún las diferentes edades, aún no coincidir en horarios, aún tener algunos grandes roces entre nosotros: lo logramos. También me enorgullece que ese musical me hizo ser más consciente de mis puntos fuertes y flacos. Por aquél entonces, al compararme con la mayoría de mis compañeros de clase, me sentía una completa inepta como para trabajar en el mundo escénico. Sin embargo, la confianza que Christian depositó en mi al dejarme escribir el guión del musical, hizo que descubriera una nueva faceta en mi, que me esforzara por lograr algo que siempre tendré presente. Y aunque no sea uno de los trabajos de los que me siente más orgullosa, no me arrepiento de haber aprovechado ésa oportunidad. Porque sin no tener completa libertad para crear algo a mi gusto, fue un reto que exigió mi mayor esfuerzo, y la paciencia que Christian tuvo conmigo no se la podré devolver nunca.

Sea como sea, con las cosas buenas y malas, lo sacamos adelante, con un vestuario impresionante, una escenografía brutal gracias a los decorados que el mismo teatro nos cedió.

Ahora, pretendemos retomar de nuevo los ensayos para llevar a otros muchos más escenarios otros musicales. ¡Manteneos activos que dentro de un tiempo ya tendréis colgada por aquí la publicidad del musical!

Con ésto me despido hasta el lunes. ¡Seguir en línea!

No hay comentarios:

Publicar un comentario