viernes, 7 de marzo de 2014

Livraria Lello e Irmão


Hola chic@s.

Hoy vengo a hablaros de un rincón del mundo singular, que no dudo que todo los freakyfans de Harry Potter cómo yo conocerán.

Siendo éste un espacio dedicado a la lectura, no me parece que haya otro modo más apropiado de homenajear la saga de Rowling, que hablando de uno de los espacios abiertos al público, donde se le puede rendir culto. Estoy hablando de la librería "Lello e irmão", que se encuentra en la ciudad de Oporto, Portugal para lo más perdidos en geografía.

Se podrían decir una barbaridad de cosas de la librería, pero os lo voy a resumir en seis palabras: no me quiero morir sin ver eso... Bueno, son siete, nadie es perfecto.

Sea como sea, siendo fan o no de "el niño que sobrevivió" uno puede afirmar que la visita a la librería no tiene desperdicio. Dos plantas. Escaleras de formas fantasiosas que te llaman a que te pongas a corretear de un lado a otro. Una vidriera sobre tu cabeza que te ilumina y que a la vez te invita a levantar por un momento los ojos de la lectura y mirar el paso de las nubes bajo la colorida cristalería. Y sin lugar a dudas, hay libros. Muuuuuchos libros. Demasiadas lecturas para una vida pero demasiado pocas para dos.

Entre los muchos logros que se le reconoce, la compañía editó por primera vez, gran parte de la obra de Camilo Castelo Branco, uno de los escritores más reconocidos del país.

Antes que nada debo confesar que... ME DA UNA RABIA TREMENDA NO HABER IDO NUNCA. Sé que a cualquiera le puede parecer mi reacción un tanto exagerada. Y daría la razón de no ser porque, aún tener nacionalidad portuguesa y aún hablar a duras penas el idioma, nunca he podido visitar la librería durante estos 18 años que llevo saltando de una frontera a otra. Y me da rabia, porque cualquiera que haya metido el hocico en el mundo de Hogwarts sabrá que las escaleras de la librería inspiraron a la mismísima J.K. Rowling (oh, gran diosa de la sabiduría, mantennos alejados de la ignorancia), quién vivió en Oporto durante un tiempo.

Y aquí es cuando me pongo a babear frente a la pantalla rememorando episodios de Harry Potter, ocurridos entre esas cuatro paredes. Aunque debo confesar que por más que me pongo a rebuscar en internet, nunca puedo encontrar cual es la película en la que aparece la librería, y sin embargo, la red está llena de webs que afirman que se rodó en el lugar... That's suspicious...

Sea cómo sea, si algo podemos sacar en claro es que cualquiera podría imaginar perfectamente a todos y cada uno de los personajes de la saga descendiendo las escaleras. Ya sea en Flourish & Blotts o en la mismísima biblioteca del castillo.

Así que ya he empezado a ahorrar para hacer una escapadita a la tierra de la mujeres con bigote y del pescado en cualquier estilo, para poner mis pequeños pies sobre la madera que recubre el suelo de la librería.

Nos leemos la semana que viene con... dios ya ni me acuerdo... eh...

lunes, 3 de marzo de 2014

Antonio Machado

Hola chic@s.

Empezando hoy con la sección de poesía, quisiera hablaros de un poeta que no dudo que todos conoceréis (si no es así más vale que consultéis vuestras bibliotecas y empecéis a culturizaros un poco).
No me gusta daros de comer algo que todos conocéis, pero siendo esta una sección de poesía, no podía hacer cómo si nada sucediera, cuando en realidad se cumplen 75 años de la muerte de Antonio Machado.

Todo lo que pueda deciros de este hombre, será nada comparado con los largos apuntes que sin duda vuestros profesores de literatura os habrán hecho tomar a lo largo de los años. Así que voy a ser escueta por una vez, y no os voy a decir nada. ¿Para qué? No es necesario gastar palabras. Disfrutad de lo que tenéis a mano por una vez, redescubrir por vosotros mismos el encanto de su poesía.
Os dejo con uno de los poemas más famosos del autor, que como el último poeta que tratamos, fue musicado por el cantautor Joan Manuel Serrat.

Al olmo viejo, hendido por el rayo 
y en su mitad podrido, 
con las lluvias de abril y el sol de mayo 
alguna hojas verdes le han salido. 

¡El olmo centenario en la colina 
que lame el Duero! Un musgo amarillento 
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento. 

No será, cual los álamos cantores 
que guardan el camino y la ribera
habitado de pardos ruiseñores. 

Ejército de hormigas en hilera 
va trepando por él, y en sus entrañas 
urden sus telas grises las arañas

Antes que te derribe, olmo del Duero
con su hacha el leñador, y el carpintero 
te convierta en melena de campana
lanza de carro o yugo de carreta; 
antes que rojo en el hogar, mañana, 
ardas de alguna mísera caseta, 
al borde de un camino; 
antes que te descuaje un torbellino 
y tronche el soplo de las sierras blancas; 
antes que el río hasta la mar te empuje 
por valles y barrancas, 
olmo, quiero anotar en mi cartera 
la gracia de tu rama verdecida. 
Mi corazón espera 
también, hacia la luz y hacia la vida, 
otro milagro de la primavera.